MICROGRAVEDAD

En realidad no existe la gravedad cero ni el vacío, sólo tiene sentido a la escala humana, si hablamos en términos de procesos químicos o celulares cualquier valor de la gravedad por pequeño que sea no es cero, de ahí que se hable de microgravedad.

Pero a nosotros, ciudadanos de la Tierra, ¿qué nos importa eso?, pues mucho, ya que el futuro de la investigación, del avance científico, y de la producción de mejores materiales y medicamentos está en la microgravedad. De modo que el futuro de nuestro bienestar está en el espacio, lo queramos o no.


Astronautas en microgravedad

 

Y es que en condiciones de microgravedad los procesos químicos y físicos cambian haciéndose más puros al eliminar las "impurezas" del ambiente terrestre (gravedad, vibraciones, vacío...). Corrientes de convección, separación de inmiscibles (sustancias que no pueden mezclarse), fracturas de cristales sólidos, separación de los materiales de las paredes de los recipientes (con fuerzas acústicas o electromagnéticas), aislamiento de vibraciones, aumento de la pureza en un vacío más puro (se evita la mezcla con los gases ambientales)... son algunos de los muchos ejemplos de lo que puede conseguir en el espacio, y todo lo anterior se reduce a productos más puros, mejores, y más baratos.

 

Tanto EE.UU. como U.R.S.S. realizaron experimentos con microgravedad encaminados a la explotación comercial de los productos conseguidos en los laboratorios espaciales Skylab o Salyuz. De hecho la industria privada vio los enormes beneficios y ahorros de la microgravedad hasta el punto de abarrotar las listas de espera de las agencias espaciales, que ven los cielos abiertos ante una fuente de financiación a sus costosos lanzamientos que no se halle bajo el yugo de los recortes presupuestarios. La carrera espacial del siglo que viene (y finales de este) la motiva la industria, no la competitividad ideológica. De ahí que cada vez más países se quieran integrar en el club de las agencias espaciales. Así vemos aparecer en el espacio a la UE, Japón, China y a otros países que colaboran con los anteriores para recibir una parte de los beneficios.

 


Fases del vuelo en microgravedad

Como la demanda es la que manda, y los transbordadores ya no dan más de sí, algunos experimentos de microgravedad se realizan en la Tierra. En realidad estar en órbita puede verse como una caída indefinida, de modo que lo más parecido a estar en el espacio es caer, así que se usan aviones en vuelo parabólico o en picado que permiten librarse de la gravedad durante 30 ó 5 segundos respectivamente. Si además se desea conseguir el vacío lo más barato es recurrir a las torres de microgravedad, consistentes en una torre en la se hace el vacío, en la que se deja caer una esfera con el experimento. Así se obtienen resultados bastante aceptables en los escasos 2´2 segundos de la torre del INTA o los 4´5 de la de Bremen.


El ahorro en los materiales, tales como en la industria de la fabricación de chips, en la que sólo el 8% del material se usa debido a las impurezas, la pureza que se obtiene en lentes o fibra óptica, la perfección en cantidad de aleaciones o joyas, o el aumento de la producción y calidad de sustancias médicas, todo esto y mucho más que aún no sospechamos constituyen la razón principal del asentamiento del hombre fuera de la Tierra, aunque desde luego no todo será ventajas, ya que el cuerpo humano no está hecho para permanecer largo tiempo en microgravedad, pero el esfuerzo y la inversión merecerán la pena con creces.

 

(C) Jaime Padilla Ruiz.